miércoles, 12 de septiembre de 2012

LAS VITAMINAS, la importancia de lo pequeño

No siempre la dosis hace el efecto, y lo que  decía Paracelso no siempre se cumple, lo vemos por ejemplo con el efecto cócktel de los disruptores endocrinos, es decir el efecto de concentraciones bajas de varios plaguicidas mantenidas en el tiempo. Algo similar ocurre con los requerimientos vitamínicos.




¿Qué sucede cuando vivimos con cantidades subclínicas de los valores requeridos de vitaminas o cuando superamos los requerimientos máximos?



Entonces entran en juego entonces otros dos conceptos que aparecen en la información nutricional los requerimientos óptimos y los máximos tolerables.

Las ingestas recomendadas son valores estadísticos que se obtienen a partir de los requerimientos medios de la población, con una cantidad añadida para que satisfaga las necesidades del 97-98 % de la población, son por tanto valores orientativos que están muy condicionados por las situaciones particulares, por ejemplo la obesidad suele ir asociado a valores bajos de vitamina D, el ejercicio físico requiere mayor aporte vitamínico a igual que el consumo de tabaco. Por ello se debe de distinguir la ingesta recomendada de la óptima y de la máxima tolerada entendiendo por óptima aquella que nos permite tener la mejor calidad de vida y la máxima tolerable, aquella que sigue sin manifestar los efectos negativos del exceso.

El margen de seguridad vendrá condicionado por el intervalo existente entre la ingesta recomendada y el máximo tolerable. Cuando el margen es menos de 10 veces se considera margen bajo y por tanto toxicidad alta (retinol, beta-caroteno, vitamina D, ácido nicotínico, ácido fólico), cuando es superior a 100 el margen es alto y por tanto toxicidad baja (vitamina K, vitamina B12, acido pantoténico, biotina), las demás tienen un riesgo intermedio (vitaminas E, B1,B2,nicotinamida,B6 y C). En este margen de seguridad es donde radica el dilema de la necesidad o no de suplementar la dieta, ya que los estudios demuestran que cerca del 50% de la población tiene una ingesta inadecuada de vitaminas, sobre todo en jóvenes y mujeres mayores. Existen estudios que nos indican que bajos niveles de vitaminas, como la D, están asociados a procesos degenerativos mientras niveles en exceso de antioxidantes ejercen su efecto al contrario, son prooxidativos, resultando perjudicial en los casos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, especialmente entre fumadores. Todo esto nos demuestra que lograr conseguir la nutrición óptima se hace muy difícil, si no la personalizamos. Por ejemplo, los antioxidantes son capaces de interactuar entre ellos y autoregenerarse por lo que conseguir un equilibrio entre ellos también es fundamental. De igual forma un equilibrio mantenido con una dieta rica en frutas, verduras, nueces y granos puede ser alterado con un suplemento adicional de vitaminas.

De aquí la importancia de recomendar en base a dietas equilibradas en lugar de hacerlo con la de suplementos. Sin embargo, con frecuencia, nuestro ritmo de vida ocasiona un desequilibrio que requiere ser compensado con los mismos, pero siempre, convenientemente asesorado, ya que los nuevos estudios pueden modificar sustancialmente los conocimientos previos.

En Europa, en un intento de armonizar la política nutricional se ha creado la Red EURRECA (“EURopean micronutrients RECommendations Aligned”), responsable de investigar y determinar los valores de referencias en micronutrientes.



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